Ahora en versión “chicas” (en euskara).

Las actrices Loli Astoreka , Gurutze Beitia, Teresa Calo, Elena Irureta eta Itziar Lazkano se subirán este martes, día 23 de febrero,  al escenario del Herri Antzokia, para ofrecernos la nueva versión del “El Florido pensil” “neskak” en este caso (versión en euskara), trabajo dirigido por  Fernando Bernués y Mireia Gabilondo. Será este martes, día 23, a las 8:00 de la tarde.

Los creadores de “El florido pensil”, uno de los mayores éxitos del teatro vasco ( se estrenó en Ordizia ahora hace 20 años (1996), un 23 de febrero, actuando en la misma el actor ordiziarra Mikel Garmendia; diez años después (2006) y en la misma fecha se volvió a reestrenar en el Herri Antzokia, sirviendo de homenaje póstumo a Mikel Garmendia) nos abren ahora, de par en par, la puerta de aquella escuela nacional-católica por la que accedían las “Niñas” al colegio con el fin de formarse para el destino unívoco de madre abnegada y esposa sumisa. La premeditada barbarie de la educación femenina confiada a aquellos feroces y serviles “profesores”, puesta en escena, desde una mirada actual e irónica, por cinco de sus angelicales víctimas, hoy día mujeres hechas y no tan derechas.

 

Una mirada divertida, liberadora y contemporánea sobre la absurda e ilógica brutalidad del sistema educativo que dominó la España de la posguerra donde la escuela, cincel de la sociedad, y su ideología dominante había decidido poner al día el más profundo patriarcado medieval, y llevarlo a sus últimas consecuencias.

 

El florido pénsil “NIÑAS” es la historia del día a día de cinco muchachas sometidas a la absurda e ilógica brutalidad del sistema educativo que dominó la España de la postguerra. La escuela es el reflejo de la sociedad y de su ideología dominante. Y esa ideología había decidido poner al día el más profundo patriarcado medieval, y llevarlo a sus últimas consecuencias. La mujer fue el principal objetivo de la empresa moralizadora pues resultaba que la mujer estaba naturalmente destinada para el matrimonio y para las labores domésticas. Su carrera profesional venía a ser formar una familia y tener prole. Y en eso se ponían de acuerdo prácticamente todas y todos: la maestra, el cura, los padres, los moralistas, las cupletistas, las escritoras de novelas rosas, y hasta las profesoras de gimnasia, si me apuran. En todos los escenarios de la acción se verá reflejada, a veces a las claras, a veces mediante retorcidos rodeos, que sólo existían dos tipos de mujeres: las decentes y las otras.

 

Entradas a la venta en Barrena Kultur Etxea.